Tierra de Babel.- Aperitivo: Un conductor le dice a otro: “Ten cuidado con los baches, parecen cráteres de la luna.” El otro responde: “¡Bah! Ya estoy acostumbrado, vengo de Marte.” ¡Chin! México de baches.
Por arte de magia… No, por arte de la amistad, hace unos días una amiga y yo platicamos muy brevemente sobre la salud de mi padre y, ¿de paso?, sobre la muerte, también muy brevemente, pues la vida es breve y más vale vivir o saber vivir o poder enfrentarse a los embates de la vida. Pero, ¿cómo enfrentar los embates de la muerte? Mejor guardamos silencio. Pero yo me quedé pensando, con Francisco Sosa, que nacer es ser condenado a muerte sin plazo fijo para la ejecución. Vivir es ver morir a los que suben al patíbulo al que después subiremos nosotros.
Entonces recordé que el pasado sábado 30 de agosto de este año, murió mi estimado amigo Arnoldo Kraus, a los 73 años. “Médico, escritor y humanista, Arnoldo Kraus defendió siempre la dignidad del enfermo y el derecho a decidir sobre la propia vida y la muerte”, escribió la periodista Beatriz de León en “Todos tenemos una idea de lo que es la dignidad: Arnoldo Kraus.”
Sin meterme en eso que llaman amor, perdón, en eso que llaman morir, pues todos los días morimos un poco, cito a Beatriz de León: “Kraus sostiene que la ética –una ética laica, no religiosa– puede salvar a México y al mundo, pero también el arte puede contribuir a ello. Inyectar un poco de literatura, de poesía, de pintura a los niños quizá los aleje de todas las cosas tan horribles a las que están sometidos ahora; de algo debe servir sensibilizar al ser humano desde pequeño”. (aristeguinoticias.com, 01/09/2025). Vaya que así lo creo, pero a como andamos, inmersos en la cotidianidad acelerada, pos vaya usted a saber dónde y qué jugarán las siguientes generaciones, qué futuro… Otra vez, paremos aquí.
Hace años tuve la oportunidad de conocer a Arnoldo Kraus personalmente en la presentación de su libro Una lectura de la vida. Artículos sobre la enfermedad y sus caminos. Lo entrevisté y me lo autografió. Pero eso no importa, al menos aquí. Leí sus artículos y en uno de ellos, Kraus escribe:
“México es un país injusto. Injusto en lo global y en lo particular. Injusticia plagada de enormes sesgos y cegueras impensables. La saña y voracidad de lo inequitativo demarcan su fuerza sobre quienes menos tienen y menos hablan mientras que suelen exonerar, aun siendo culpables, a los opuestos. Las paredes de los tribunales y las bancas silentes de los juzgados bien lo saben: cuando el transgresor carece de poder, la sentencia es no sólo predecible, sino incluso se conoce antes del veredicto. La transparencia y la equidad de la justicia mexicana son más letra que realidad. En eso se parece nuestra ley a la Estatua de la Libertad neoyorquina: ambas tienen los ojos vendados.” ¡Uf!
Más adelante, Kraus pregunta: “¿Será que corrupción e impunidad dejarán de ser algún día marca registrada mexicana?” ¡Recontra uf!
Regreso a lo de mi gran amiga María Sabina Martínez, con quien platiqué sobre la muerte muy brevemente, pero creo que la muerte siempre está presente y es eterna y muy variada y hasta sustanciosa, ¡cabrona! pues… Bien, agradecí el arte de la amistad, porque mi estimada amiga Sabina me regaló justo en ese momento el libro Balún-Canán, de mi adorable Rosario Castellanos, el cual había leído fragmentos hace años. Lo empecé a disfrutar y, de entrada, les comento, es una maravilla de novela. Empieza así:
“–…Y entonces, coléricos, nos desposeyeron, nos arrebataron lo que habíamos atesorado: la palabra, que es el arca de la memoria. Desde aquellos días arden y se consumen con el leño en la hoguera. Sube el humo en el viento y se deshace. Queda la ceniza sin rostro. Para que puedas venir tú y el que es menor que tú y les baste un soplo, solamente un soplo…”
Van otros dos disfrutes: “Debe de ser tan bonito estar siempre, como los balcones, desocupado y distraído, sólo mirando. Cuando yo sea grande…”; “Estoy husmeando en los trasteros. Me gusta el color de la manteca y tocar la mejilla de las frutas y desvestir las cebollas.”
Gracias por el arte de la amistad, que mucho nos hace falta en la actualidad. Desvistamos las cebollas y vayamos siempre por la verdad, aunque nos haga llorar. ¿O prefieren la mentira disfrazada?
Los días y los temas
Por cierto, sin pretender aguar la fiesta, Denise Maerker, periodista mexicana y productora del documental “PRI: crónica del fin”, en entrevista expresó: “La idea de que la política es un camino para hacerse rico viene desde el PRI”.
Maerker se refirió que en cierta ocasión Diego Fernández de Cevallos comentó: “El PRI está más vivo que nunca. Simplemente, se cambiaron la chaquetita. Y se llama Morena”. (elpais.com, 24/09/2025).
No se alarmen, no lo tomen tan a pecho… ¿Estamos a tiempo? ¿A tiempo de qué? Es la era de Trump.
Pa’ que no lo agarren personal, yo como el chiste: quiero morir tranquilamente mientras duermo, como mi abuelo. No gritando, como los pasajeros de su autobús.”
De cinismo y anexas
Está bien, como aquel que reza: Nunca olvidaré las últimas palabras de mi abuelo justo antes de morir. “¿Sigues sosteniendo la escalera?
O de plano, les digo que hace unos años lancé un bumerán. Ahora vivo en un miedo constante…
Hasta la próxima.





