Mario Molina advirtió desde 2009 en veracruzenred y PC sobre gases de efecto invernadero

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En este sentido, en el mes de abril del 2009, la consultoría veracruzenred.mx que editaba la revista especializada en Cambio Climático y Protección Civil tuvo en su Onceavo Número la colaboración del científico mexicano con los artículos “Nuevos gases de efecto invernadero” y “Empoderar a la mujer contra el Cambio Climático”.

Por Yolanda Tenorio Montero

Ciudad de México, 7 Oct-20 (VRed).-  La Universidad Nacional Autónoma de México informa del lamentable fallecimiento del doctor José Mario Molina Pasquel y Henríquez, distinguido universitario, de ascendencia veracruzana y Premio Nobel de Química 1995.

El Centro Mario Molina confirma también el deceso del académico quien contaba con 77 años de edad.

El científico mexicano reconocido como protector del planeta, alertó en el año 1973 sobre la pérdida de ozono en la Antartica, que derivaría en la discusión mundial sobre el Calentamiento Global y el Cambio Climático.

En este sentido, en el mes de abril del 2009, la consultoría veracruzenred.mx que editaba la revista especializada en Cambio Climático y Protección Civil tuvo en su Onceavo Número la colaboración del científico mexicano con los artículos “Nuevos gases de efecto invernadero” y “Empoderar a la mujer contra el Cambio Climático”.

Molina Pasquel y Henríquez, fue entrevistado en el marco de su participación en el Primer Foro Internacional del Agua, Energía y Cambio Climático, realizado en el municipio de Actopan.

Los estudios y la información vertida por el científico mexicano, quien también tenía la nacionalidad estadounidense, es de suma relevancia y no pierde vigencia por ello reproducimos el material publicado de manera exclusiva en su momento.

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Alerta el Premio Nobel, Mario Molina

Nuevos gases de efecto invernadero

Empoderar a la mujer contra el Cambio Climático

Partició en el Primer Foro Internacional del Agua, Energía y Cambio Climático

Por Yolanda G. Tenorio Montero

I de II partes

En la reserva ecológica de La Mancha, el Premio Nobel de Química, Mario Molina Enríquez, alerta sobre el surgimiento de nuevos gases con efecto invernadero; explica que el daño a la atmósfera es global; que la actividad humana y sus repercusiones en la naturaleza son irreversibles y postula el empoderamiento de las mujeres como factor para atemperar el cambio climático.

En el Primer Foro Internacional del Agua, Energía y Cambio Climático, Mario Molina –de ascendencia veracruzana- advirtió que el Efecto Invernadero y los daños a la capa de ozono son ejemplos claros de que lo que ocurre en la atmósfera en todo el planeta es consecuencia de actividades humanas.

“Y no importa en qué partes del planeta se emita, se mezcla de tal manera que el origen de la contaminación ya no tiene consecuencia de manera que lo que emitamos aquí en México está afectando Corea, China y Australia y lo de allá nos afecta aquí, de modo que la única manera de resolver ese problema es trabajar todos juntos en el planeta” sentenció el científico, el primero en demostrar científicamente los daños a la capa de ozono.

Insistió en que los efectos invernadero son globales y no tienen tanta importancia el origen sino el tiempo para mezclarse e impactar negativamente en la atmósfera que es a la tierra como la cáscara en una manzana.

“Si emitimos aquí en Veracruz algún contaminante que permanezca en la atmósfera, se mezcla en un par de meses en todo el hemisferio norte y si se le da un poco de más tiempo para la mezcla en un año y medio impactará en los dos hemisferios”.

El nieto del ex alcalde veracruzano del mismo nombre y apellido, doctorado y maestro en el Instituto Tecnológico de Massachussets explicó la importancia de la atmósfera en la temperatura del planeta y que hace posible la vida en la Tierra.

“Por leyes de la física que se establecieron a principios del siglo XX con la radiación, mecánica cuántica es posible calcular con precisión cuál debería ser la temperatura promedio de la superficie de nuestro planeta si no tuviéramos atmósfera, si es alrededor de al menos 30 a 33 grados centígrados, estaríamos congelados y no tendríamos vida como la conocemos porque los océanos estarían todos congelados”, detalló.

Mario Molina, uno de los primeros científicos en alertar acerca del peligro que representan para la capa de ozono los clorofluorocarbonos empleados en aerosoles industriales y domésticos llamó la atención sobre la importancia de la atmósfera “esa capa delgada de atmósfera que tenemos tiene la característica de absorber,  entonces esto afecta el balance térmico, esto quiere decir que el balance de energía del planeta es tal que la cantidad de energía que recibimos -y viene toda del Sol- es prácticamente igual a toda la energía que pierde el planeta, ya lo estamos acumulando tras millones de años, es un estado estacionario”.

El experto continuó con su exposición:

Pero recibimos energía del sol en forma de luz visible, es con la mayor intensidad de la energía del Sol llega al planeta y de esa energía aproximadamente una tercera parte se refleja en las nubes o en la nieve, se refleja al espacio, pero dos terceras partes si llegan a la superficie del planeta porque la atmósfera es transparente, el nitrógeno y el oxígeno son transparentes.

Y añadió:

Por otro lado la superficie del planeta emite radiación infrarroja en todos los objetos y entre más caliente más emiten por eso en un horno cuando ya se pone al rojo vivo las emisiones son muy elevadas y un foco incandescente es un alambre de tungsteno que está a una temperatura tan elevada que emite luz visible pero el planeta emite radiación infrarroja que no vemos y si la absorbe el planeta pero no es por nitrógeno y oxígeno sino por gases menos abundantes  como el bióxido de carbono, el vapor de agua, metano y unos cuantos más que llamamos gases de efecto invernadero.

Ante un auditorio que se cubría del calor bajo una amplia bóveda de malla-sombra instalada especialmente para este encuentro en la reserva ecológica, Mario Molina destacó que el bióxido de carbono es el gas efecto invernadero más importante porque es un gas biológicamente activo y es lo que se genera cuando quemamos madera y combustibles fósiles.

Pero también se genera al respirar los seres vivos “exhalamos bióxido de carbono, respiramos oxígeno y quemamos carbohidratos de los alimentos, convertimos ese carbón que tienen los alimentos, lo mismo hacen las plantas, si eso fuera lo único que pasara ya se nos habría acabado el oxígeno pero hay un proceso natural importante que regenera el oxígeno convirtiéndolo en bióxido de carbono que exhalamos y los animales y todos los seres vivos, eso es la fotosíntesis”, refirió.

Las plantas verdes, abundó, con ayuda de la luz solar convierten el bióxido de carbono en oxígeno por lo que un balance natural y se llama “el pulso del planeta”, ahí se ve cómo varía el bióxido de carbono ya que en verano hay menos en el hemisferio norte, porque hay menos actividad de fotosíntesis; en invierno hay menos en el hemisferio sur ya que el verano y el invierno están desfasados seis meses en ambos hemisferios.

En la reserva ecológica de La Mancha remarcó que ese “pulso del planeta” se toma desde los años 50´s en el Instituto de Oceanografía de Scripps, en San Diego, donde el científico David Keeling, uno de los investigadores históricos más importantes, hizo mediciones detalladas que empezaron con el año geofísico internacional en los años 50.

No sólo pudo medir esas oscilaciones y el pulso del planeta verano-invierno, midió con toda claridad que estaba aumentando la cantidad promedio de bióxido de carbono que  tenemos en el planeta, eso se ha corroborado y resulta que tenemos ahora 30 a 40 por ciento más de bióxido de carbono en la atmósfera de lo que ha tenido en los últimos 600 mil años, comentó.

“Es un cambio y sin duda que su origen es por actividades humanas y sobre todo por la quema de combustibles fósiles, gasolina, diesel, etcétera, estas se produjeron en millones de años y por la degradación se convirtieron en petróleo pero lo estamos quemando en un siglo o dos, o en décadas y el sistema no puede regenerarse con tanta rapidez” alertó.

Mario Molina destacó que ocurre lo mismo con otro gas de efecto invernadero,  segundo en importancia, que es el metano. Un gas natural que se usa para generar electricidad en plantas termoeléctricas, el metano también es un gas biológicamente activo de origen natural y lo producen las bacterias en condiciones anaeróbicas o ausencia de oxígeno.

Sin embargo, indicó que hay dos actividades humanas que lo están generan de manera preocupante. Por un lado en las plantaciones de arroz, donde no hay tierra ni oxígeno y se genera un lodo que produce más metano.

Otra actividad es la ganadería mundial.  El metano también se genera en el sistema digestivo de los rumiantes como el ganado que genera mucho metano por los dos lados. Tenemos mucho más ganado de lo que había hace un siglo sobretodo con el aumento explosivo de la población del planeta.

Mario Molina puntualizó que hay menos metano que el bióxido de carbono. Metano son gases cien veces menos, pero su impacto en los años recientes es de suma preocupación.

El integrante del Panel de Cambio Climático que ganó el Premio Nobel de la Paz en 2007 destacó que la actividad humana genera daños irreversibles en los ecosistemas y en un periodo de 20 a 30 años los efectos serán desvastadores. Puso como ejemplos de daños inmediatos los manglares y la pesca.

Dijo que la mitad de los manglares que tiene la humanidad ya han sido convertidos en criaderos de camarones, zonas residenciales y campos agrícolas “es un cambio que hay que detener, no podemos acabarnos todos los manglares porque sería mutilar formas de vida para siempre.

Otro ejemplo es la pesca porque las tres cuartas partes de las principales fuentes pesqueras ya se han sobre explotado, muchas de ellas inclusive se han agotado, y esto ha sucedido en los últimos 50 años “antes era del 5 por ciento y ahora del 75 por ciento”, expuso.

Mario Molina añadió que la pesca es ejemplo de que sí  es posible que la gente, las comunidades, pescadores y gobernantes pueden ponerse de acuerdo y en ciertas zonas, como  México, se puede controlar limitando la cantidad de pesca para que no se acabe de manera que sea sustentable la industria, pero es indispensable actuar porque no se puede continuar pescando al mismo ritmo ya que el pronóstico es que se agotará definitivamente ese recurso natural.

El científico de origen mexicano con ciudadanía estadounidense, quien recibió la Presea Veracruz al Mérito Científico, alabó el papel de la mujer en las estrategias para enfrentar el Cambio Climático ya que ha participado con eficiencia en el control de la población en lugares con problemas.

“Es darle la importancia a la mujer para que ella tenga poder de decisión del tamaño de la una familia y no sólo sea un asunto cultural o que esté decidida por los hombres. Ese es un ejemplo; el otro lo tenemos en la India, a lo mejor en México tenemos cosas parecidas de comunidades en donde las mujeres son las que llevan la economía y entonces se les dan apoyos económicos para que realmente funcione”.

Dijo que en general es incorporar a la mujer para el funcionamiento de la sociedad, en México todavía de algunas poblaciones como en Oaxaca en donde la mujer juega un papel secundario y es casi propiedad de los hombres “y aunque hay aspectos culturales que hay que mantener y proteger, esos no son, hay que cambiar esa cultura para que tengan la dignidad y el respeto que se merecen y aporten al funcionamiento de la sociedad. Es un papel importantísimo.

 

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