Ciudad de México, 9 Oct-25 (Agencia/VRed).- a presidenta Claudia Sheinbaum rechazó que el aumento al impuesto a refrescos y bebidas azucaradas provoque el cierre de pequeñas tiendas o afecte al comercio local. Aseguró que la medida forma parte de una política de salud pública para reducir el consumo de azúcar y prevenir enfermedades crónicas.
“Es un impuesto con propósito de salud, no recaudatorio”: Sheinbaum
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria sostuvo que las críticas de algunos sectores empresariales carecen de fundamento, pues “no hay sustento técnico ni económico que demuestre que este impuesto afecte a las tienditas o a los pequeños comerciantes”.
Sheinbaum explicó que el incremento es moderado y progresivo, y busca desincentivar el consumo excesivo de bebidas con alto contenido calórico. Además, destacó que los recursos recaudados se destinarán a programas de salud, infraestructura hospitalaria y campañas de nutrición.
“Se trata de un impuesto saludable, no recaudatorio. No tiene sentido decir que cerrarían tiendas por esta causa”, afirmó la presidenta.
México se mantiene entre los principales consumidores de refrescos del mundo, con un promedio de 163 litros por persona al año, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) estima que las enfermedades relacionadas con la obesidad y la diabetes generan un costo anual superior a los 240 mil millones de pesos. Por ello, el impuesto busca promover un cambio de hábitos sin afectar la economía popular.
Organizaciones como El Poder del Consumidor han respaldado la medida, señalando que los impuestos saludables han demostrado ser efectivos en países como Chile y Reino Unido para reducir el consumo de azúcar en la población.
