Filias y Fobias… del Poder.- Por Miguel Ángel Rueda-Ruiz
En las elecciones concurrentes 2021 la Cuarta Transformación se juega su destino como régimen federal y local. Los 212 ayuntamientos de Veracruz – con 17 municipios gobernados por Morena- tienen su propia dinámica, responden a circunstancias, fuerzas, intereses y personajes propios.
La suma de los comicios federal, local y municipal gesta verdaderos laboratorios donde la Ciencia Política se mezcla con improvisaciones, ocurrencias, necedades, talentos, habilidades y experiencias.
Minatitlán, al sur de Veracruz, vive una de esas experiencias electorales laboratoriales que lo hacen al mismo tiempo ombligo del mundo, escalera al cielo y puerta del infierno.
Concurren un distrito electoral federal extenso con gremios disímbolos y poderosos, como el ganadero y el petrolero; una demarcación legislativa local donde se encuentra el municipio con la mitad de las comunidades rurales del estado y un Ayuntamiento gobernado por un amigo personal del Presidente de la República.
Nicolás Reyes Álvarez, MORENA y Andrés Manuel López Obrador es el principal eje de fuerza y marca electoral en el Municipio.
Sergio Gutiérrez Luna, MORENA y Mario Delgado se instalan como el principal eje interno de Poder para obtener las candidaturas a la diputación federal mediante la alianza MORENA/PVEM, la diputación local y la alcaldía.
La correlación PAN-PRD-PRI sumaría la mayor cantidad de votos en la elección local para disputar con posibilidades reales la Presidencia Municipal y parte de las doce regidurías que conforman el Cabildo.
Los partidos con registro nacional como el PT y los de reciente creación federal y local son los fragmentos de un todo, válvulas de escape, salas de catarsis y franquicias grupales que buscan en Minatitlán sufragios para mantener el registro que abre las puertas a las prerrogativas.
Los intereses fragmentados hacen de la elección municipal en Minatitlán una pizza electoral donde la lista de nombres se extiende al infinito.
Los nombres de quienes están en condiciones de participar en las contiendas internas y abrazan la ilusión de verse en la boleta electoral son Raúl Rodríguez Rico, Teresa Baruch, Jessica Ramírez Cisneros, Jorge Wade Zúñiga, José Luis Sáenz Soto, Rafael Mathey Maldonado, Luis Prudencio Almanza Kats, Nicolás Ruiz Roset, Roque Joaquín Gracia Sánchez, Ricardo Orozco Alor, Ciro Félix Porras.
Cada uno ellos teje su propia trama de intereses, capacidades, experiencias, solvencias, conflictos, manías, logros, sueños, deficiencias, confrontaciones, adversarios, amigos, complacencias, enemigos, ilegalidades, fortunas, logros.
En lo público, responden a grupos de Poder nacional, instalados en el Palacio Nacional, en el STPRM, o en la CNPA.
O a grupos regionales como los lidereados por Héctor Yunes, Ignacio Hernández Berruecos, Dante Delgado y Flavino Ríos Alvarado.
La elección concurrente para Minatitlán tiene profundas implicaciones que se revisan en escritorios de la Ciudad de México y en Xalapa. Implica acuerdos tácitos, cesiones y recursos. Convoca a la habilidad, confianza y arrestos.
Los sondeos y las rutas recientes de los implicados muestran tres elecciones donde nadie tiene el triunfo asegurado.
El “carro completo” para Morena o cualquier frente electoral en los comicios concurrentes de Minatitlán es, hasta hoy, un mañoso juego de espejos.