El presunto cabecilla, capturado en Colombia, enfrenta cadena perpetua por narcotráfico y apoyo a grupo terrorista. México refuerza vigilancia en frontera sur.
Veracruz, Ver., 24 Abr.-25 (VRed).- Por primera vez, Estados Unidos aplicó cargos de terrorismo contra un alto mando del Tren de Aragua (TdA), la peligrosa banda venezolana que opera en Latinoamérica y EU. José Enrique Martínez Flores, alias «Chuqui», fue acusado este miércoles de financiar al grupo con narcotráfico y planeación de ataques, según reveló el Departamento de Justicia.
El caso, coordinado con autoridades colombianas, marca un giro radical en la lucha contra el crimen organizado. «No es una pandilla común: es una estructura terrorista que trafica drogas, armas y personas», advirtió la fiscal general Pam Bondi. Martínez Flores, de 24 años, habría dirigido desde Bogotá el envío de cocaína a EU y reclutado migrantes para células criminales.
¿Por qué es importante?
El Tren de Aragua fue declarado organización terrorista en febrero pasado, lo que permite a EU congelar sus fondos y perseguir a sus colaboradores. – El acusado podría recibir cadena perpetua y una multa de 10 millones de dólares. – México reforzó operativos en Chiapas y Tabasco, donde el grupo ha extendido su influencia, según reportes de la Sedena.
Detalles clave
Capturado el 31 de marzo en Colombia, «Chuqui» espera extradición a Texas. Las autoridades lo vinculan con el asesinato de dos agentes en Centroamérica y el ataque a una embajada en 2023. Su juicio sería el primero contra el Tren de Aragua bajo leyes antiterroristas, antes reservadas para grupos como ISIS.
Para la frontera sur de México
El caso preocupa a autoridades locales. Solo en 2025, se han detectado 17 choques armados entre el Tren de Aragua y cárteles en la Selva Lacandona, según datos del CISEN. «Usan las rutas migratorias para mover drogas y lavar dinero», explicó un oficial anónimo a Diario del Sur.
Mientras, en Washington, el gobierno promete ampliar las acusaciones. «Es solo el inicio», declaró un alto funcionario del Departamento de Justicia. Para analistas, la estrategia podría frenar al grupo, pero también afectar a migrantes inocentes.