
Reino Unido., 24 Ene-22 (Agencia).- El Tribunal Superior de Reino Unido falló este 24 de enero que el detenido fundador de Wikileaks, Julian Assange, podrá recurrir contra su extradición hacia Estados Unidos, ante la Corte Suprema británica. El periodista australiano, acusado de 18 delitos relacionados con espionaje, tiene 14 días para tratar de frenar su traslado a una prisión estadounidense; luego de que el pasado 10 de diciembre jueces británicos fallaran a favor de Washington, que pidió juzgar a Assange bajo su jurisdicción.
Julian Assange recibe una oportunidad para tratar de impugnar su extradición desde Reino Unido hacia Estados Unidos.
El Tribunal Superior de Londres autorizó este 24 de enero al fundador de Wikileaks apelar el caso ante el Tribunal Supremo británico. Los jueces del Superior, Ian Burnett y Tim Holroyde, admitieron que existe un aspecto legal que puede ser examinado.
Se trata de evaluar si es admisible o no que Washington presentara, en su apelación el pasado 10 de diciembre y no en el juicio inicial en enero de 2020, las garantías con las que promete que daría un buen trato al australiano y si se puede confiar en ellas.
“No se equivoquen, ganamos hoy en la corte (…) Lucharemos contra esto hasta que Julian esté libre”, sostuvo la prometida de Assange, Stella Moris, fuera del juzgado.
Los abogados del detenido han argumentado que la promesa del Gobierno de EE. UU. de que Assange no será sometido a condiciones extremas no tiene sentido porque es condicional y podría modificarse a discreción de las autoridades de ese país.
Para que la revisión proceda, el Supremo deberá responder primero si acepta estudiar el caso y luego Assange tendrá 14 días para presentar la solicitud ante esa instancia.
«Si el asunto necesita discusión o no en ese tribunal, es un tema que queda a su disposición. Invitamos respetuosamente al secretario de la Corte Suprema a tomar medidas para acelerar la consideración de cualquier solicitud de apelación que continúe”, señaló el dictamen del Tribunal Superior publicado este 24 de enero.
Los últimos movimientos de Justicia británica sobre la extradición de Assange
Assange llega a este punto luego de que el 4 de enero de 2021, la jueza Vanessa Baraitser fallara en contra de trasladarlo a una prisión de Estados Unidos al argumentar riesgo de suicidio.
Baraitser recordó que el australiano, que permanece detenido en la prisión de Belmarsh en Londres, sufre un cuadro de depresión clínica que se vería agravado por las potenciales condiciones de aislamiento a las que sería sometido en una prisión de EE. UU.
Pero Washington apeló a esa decisión y el 10 de diciembre de 2021 los magistrados del Tribunal Superior fallaron a favor del Gobierno estadounidense. Afirmaron que Estados Unidos entregó suficiente evidencia de que garantizaría un trato adecuado hacia el acusado y protegería su salud mental.
La defensa del fundador de WikiLeaks ya había reprochado el pasado octubre, cuando inició el juicio de apelación, que las autoridades estadounidenses presentaron «fuera de tiempo» las salvaguardas para proteger a su cliente.
Ahora, aunque los jueces del Superior consideran que fallaron de forma correcta, admiten que hay espacio para discutir los términos, un asunto que prefieren dejar en manos de la Corte Suprema.
El Supremo normalmente toma alrededor de ocho semanas después de que se entrega una solicitud para decidir si acepta o no una apelación.
Los cargos de EE. UU. contra Assange
El periodista de 50 años está acusado de 18 cargos en total, 17 relacionados con espionaje y uno por piratería informática.
Todos están vinculados con la publicación, en 2010, de miles de documentos militares y diplomáticos clasificados que dieron la vuelta al mundo y pusieron a la diplomacia de esa nación contra las cuerdas.
Los documentos revelaron secretos sobre las campañas militares estadounidenses en Irak y Afganistán donde se expuso decenas de irregularidades, crímenes y excesos.
Entre los archivos resaltaba un video en que se veía cómo helicópteros de combate estadounidenses disparaban contra civiles en Irak –en 2007–, un ataque puntual que dejó a una docena de civiles muertos, incluidos dos periodistas de la agencia de noticias Reuters.
El cargo por piratería informática responde a la presunta ayuda “ilegal” que Assange habría brindado a la exanalista de inteligencia militar Chelsea Manning para sustraer cables diplomáticos clasificados y archivos militares que WikiLeaks publicó más tarde, poniendo vidas en peligro, según Washington.
No obstante, los abogados de Assange sostienen que su cliente no debería haber sido acusado porque actuaba como periodista y está protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza la libertad de prensa.
Ahora, lo que decida el Tribunal Supremo británico será el último paso en la larga batalla de Assange para evitar un juicio en Estados Unidos, pues es la máxima instancia ante la que es posible apelar en Reino Unido, país en el que Assange fue arrestado en 2019 tras estar refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012.