SÍ, EFECTIVAMENTE, cada vez que el Senador con licencia, Ricardo Ahued Bardahuill, era interrogado sobre su futuro político cada vez que concluía una responsabilidad pública, en puestos de elección popular, siempre respondía de manera honesta, que no tenía más aspiraciones que seguir trabajando en sus negocios particulares, dedicarles el tiempo suficiente y que ya no quería saber más de la política para entregarse, prácticamente, a la atención de sus múltiples empresas que, dicho sea de paso, le funcionan satisfactoriamente.
Pero no, más tardaba en declarar lo anterior que en aceptar una nueva encomienda dentro del servicio público, hasta que llegó el momento, como fue hace apenas unos días, en que, también de manera honesta, tuvo que reconocer que se ha tenido que tragar sus propias palabras, porque ya no puede seguir negando que si se le presenta una nueva oportunidad, seguramente que la tomara y más cuando muchos lo consideran el favorito para buscar la gubernatura del Estado, pues que le falta para concretar una carrera completa en la entidad veracruzana, pues ya fue alcalde, diputado local, diputado federal y Senador de la República. El puesto que ahora tiene de Administrador General de Aduanas, es de carácter administrativo y es por nombramiento o propuesta del propio Presidente de la República.
Desde luego, que Ricardo Ahued Bardahuill, está muy lejos de ser señalado como un hombre corrupto, pues el mismo lo ha dicho que no lo ha sido y que no tiene necesidad de hacerlo, por lo que es el personaje perfecto para los propósitos del mandatario nacional, que tiene, desde ahora, el candidato idóneo para poder participar en la futura contienda gubernamental, más cuando tiene su propio capital político y el que se le sume por su capacidad para la negociación, independientemente de que muchos sectores de la población lo verían bien, incluyendo, desde luego a la que ahora se llama oposición, pues muchos de los que se encuentran en estas filas, son amigos directos que han estado con él en diferentes tiempos y condiciones políticas.
Sin embargo, hay dos importantes temas que analizar en estas posibilidades de Ricardo Ahued Bardahuill. El primero, quizá el más importante, sería que el propio Presidente de la República, decidiera ponerlo al frente de la administración estatal dentro de casi diez meses, luego de que el Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, cumpliera sus dos años de gobierno, tomando en cuenta que los bonos del propio mandatario estatal, han bajado como para poder sostenerse los siguientes cuatro años que completarían el sexenio para el cual fue elegido. Existe la creencia entre la población veracruzana, que García Jiménez, no dejaría preparado el campo para una posible victoria y que si es así, el que fuera futuro candidato, como ya se cree que sería Ricardo Ahued, le complicaría mucho el trabajo político electoral.
Dice el dicho que más vale pájaro en mano que ver un ciento volar y tal vez, dentro de este parámetro popular, se pudiera encajar la participación de Ricardo Ahued , quien vendría a recomponer las condiciones políticas de Veracruz, con cuatro años de gobierno y no seis que serían, de alguna manera, un riesgo que el mismo Presidente de la República, no quisiera correr.
Por otro lado, también habría que considerar el hecho de que tendría que reformarse la constitución local, pues a la fecha dice en su artículo cuarenta y tres, fracción primera que para ser Gobernador, se requiere ser veracruzano, en pleno ejercicio de sus derechos, es decir, que ser veracruzano, se entiende como el hecho de haber nacido dentro de su territorio, lo que parece que podría complicar la causa de Ricardo Ahued, porque su origen de nacimiento es en otra entidad.
Este, desde luego, no es ningún problema, porque una reforma constitucional lo solucionaría todo, pues lo más importante del caso, es que el empresario, ya xalapeño, cuenta con todos los demás requisitos para convertirse en aspirante, desde ahora, a la gubernatura del Estado, lo que se insiste, nadie lo vería mal, porque se tiene la seguridad de que sería un buen gobernante, sin querer, en este momento, hacer alguna odiosa comparación.
Por lo pronto, nadie puede negar que el Presidente de la República, tenga en Ricardo Ahued Bardahuill, la solución más inmediata para Veracruz, Estado de la República, que aparece en el escenario nacional, como uno de los más importantes en todos los sentidos, aunque hablando electoralmente, no cabría ninguna duda de que el mismo mandatario nacional, lo tiene como una importante reserva electoral de la cual no puede prescindir.
Sin embargo, habría que esperar qué decisión puede tomar el que manda a nivel nacional, pues como ya hemos comentado, la solución que tiene para Veracruz, con Ricardo Ahued, tiene dos presentaciones, la de cuatro y la de seis años. ¿Cuál de las dos será la más conveniente?
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NADA DE SECRETOS.
VAYA, EFECTIVAMENTE, NO hay nada de secreto, ni tampoco algo que pudiera pertenecer al otro mundo, en el hecho de que Ricardo Ahued Bardahuill, se reúna periódicamente, diríamos, bajo calendario semanal o quincenal, con muchos ciudadanos veracruzanos, que lo buscan en su casa de gestión.
Nadie, de los funcionarios de gobierno, ni siquiera el Gobernador del Estado, tiene una cita permanente con los veracruzanos, como lo hace el propio Senador con licencia, Ricardo Ahued Bardahuill, cuyo contacto le ha servido para conocer de cerca los permanentes problemas de la ciudadanía e ir programando y proyectando soluciones.
Nadie puede negarle esa capacidad de convocatoria que tiene, lo que, sin duda, fortalece aún más cualquier posibilidad de ser un hombre más del Presidente, quizá, uno de los más importantes para su programa de combate a la corrupción, a quien sí podría decir a los cuatrocientos que se trata de un político honesto., pues el mismo Ahued, le ha dicho al Presidente, que no es corrupto ni es ladrón.
Pero lo más importante de sus palabras, es que las ha respaldado con sus acciones en la propia actividad de Aduanas, el espacio más corrupto históricamente, donde hasta ahora ha puesto orden muy a pesar de los veinte mil problemas que existen por lo menos en esa dependencia del gobierno federal.
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EL NUEVE DE MARZO.
LAS OPINIONES coinciden en el sentido de que el próximo nueve de marzo, el país podría tener las más importante manifestación ciudadana para hacer que el gobierno de las tres esferas del poder, reaccionen ante el gran problema de la inseguridad, que no solo afecta a las mujeres, particularmente, sino a todos los habitantes del territorio nacional.
En Veracruz, por ejemplo, todos los días se tiene cuenta de múltiples delitos, sobresalen los homicidios en contra de la población en general, ya sea adulta, niños y mujeres. Es una ola de violencia generada en todos los rincones de la entidad, algo nunca visto y que ya es una preocupación permanente de los veracruzanos, porque nada se ha hecho y los índices siguen siendo altos, pues nadie se siente seguro en las calles, en sus centros de trabajo y hasta en sus propios hogares, donde debiera reinar la calma y la tranquilidad.
La manifestación de mujeres y de muchos hombres que se sumarán a esta gran cruzada, puede ser, precisamente, el principio del cambio que tanto quieren los mexicanos, porque no será solamente una protesta contra los actos de violencia contra la mujeres, sino también contra todo lo que indica inseguridad y falta de atención directa al pueblo. Ya es tiempo de terminar con la tibieza del gobierno federal la impunidad generada por el propio gobierno, luego de que ante los ojos de mundo, ha dejado libres a delincuentes y ha propuesto abrazos y no balazos.
El movimiento de las mujeres programado para este nueve de marzo, un día después del día de la mujer, puede convertirse en el antes y después de un gobierno que no quiere tomar las cosas con la seriedad que se requiere.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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