Hay dos ramas por las cuales andar en el caso de Tito Delfín Cano:
La primera, que creo que es de interés ciudadano: el saber a ciencia cierta por los medios conducentes, por qué fue detenido el candidato a la dirigencia estatal del PAN. Una de las primeras señales que dio la Fiscalía General del Estado, fueron las siguientes líneas publicadas un día después de la detención, es decir, el domingo: “La FGE informa que a través de la FIscalía Especializada en Combate a la Corrupción, fue cumplimentada una orden de aprehensión en contra de Tito N por su probable responsabilidad en los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y fraude”.
Si bien, uno debiera darse por satisfecho con este comentario de la FGE entendiendo lo escueto de su cuerpo (“por las reservas del caso”), hay lugar a que haya confusión porque los mismos panistas han hecho un verdadero desbarajuste de la situación jurídica por la que atraviesa Tito Delfín Cano: que si Morena, que si Cuitláhuac, que si los Yunes, que si Chapito, que si Indira, etcétera.
La segunda rama es precisamente ésa: escuchar en Guilebaldo García Zenil el posicionamiento del partido al respecto y no, no nos referimos al comunicado que se difundió en redes sociales el pasado sábado a las 7 de la noche donde además de decir que estaban al tanto de la detención de Tito Delfín Cano sin conocer los motivos de tal acción, soltaban este comentario: “Nos encontramos en un proceso de renovación democrática al interior de nuestro partido y los panistas no permitiremos la intromisión del Gobierno en nuestra vida interna. Hoy cerramos fila contra los abusos y exigimos el esclarecimiento inmediato de los hechos”.
A tres días del suceso, todo el mundo sigue hablando (y algunos de más), pero Guilebaldo García Zenil, ¡ni sus luces!
Bueno, a lo mejor por ese voto de silencio que trae García Zenil muchos no sepan de quién hablo. Se trata del dirigente estatal interino, quien desde el siete de este mes que fenece, finge o funge como tal.
Uno como ciudadano espera que nos diga qué es lo que pasa con su militante, qué es lo que pasa con el proceso democrático interno del partido, y qué tanto afecta que uno de los contendientes se encuentra detenido por los cargos arriba citados… ¡vamos! mínimo para desquitar el sueldo debería de salir y aclarar estos puntos.
No es posible que por ambos bandos que se disputan la dirigencia, hayan expuesto sus dimes y diretes ¡vamos! hasta los diputados federales salieron a defender a Tito… o qué decir de la bancada azul del Congreso local, quien este martes, da rueda de prensa, en voz de su coordinador Othón Hernández Candanedo, para fijar postura tras la detención del Doctor Tito Delfín Cano… pero la dirigencia estatal, ni Fu ni Fa…
Al final, pareciera que está en espera que la dirigencia nacional resuelva lo conducente. Dicho sea de paso, Marko Cortés es opaco en este momento que atraviesa el partido en Veracruz. Muy diferente cuando Rogelio Franco Castán fue detenido donde no sólo el perredismo veracruzano se desbordó con manifestaciones por todos lados sino que hasta figuras nacionales se manifestaron tanto en México como en Veracruz… sí, eran elecciones, pueden decir, pero al final, hicieron ruido… pero ¿y Marko?
Es seguro que, si es prudente, en uso de las facultades que le da la dirigencia, designe a un delegado y esperar a que las aguas vuelvan a su nivel y una vez así, dejar al partido estatal para que retome la convocatoria…
Ahora, El Chapito es el menos culpable de que las circunstancias le sean adversas a su contrincante y parezcan favorables para él… la lógica dice que el proceso debe continuar pero la moral obliga a preguntar si eso, las mismas circunstancias, legitimarían la dirigencia del Chapito ganando por defaul…