Javier Herrera Borunda se quedó en la orilla de volver a ser diputado federal por la misma vía en que llegó en la primera: la “pluri”.
Allá por el 2015, el Congreso de la Unión tuvo lugar para que una camada de juniors llegara a ser representantes de sus partidos asentándose en algunas curules. Se precisa: el que escribe no pretende ser despectivo con el término Junior, pero deja al lector la libertad de tomarlo como mejor le plazca.
Así, tuvimos en San Lázaro a Sylvana Beltrones, hija de Manlio Fabio. Por cierto, la joven es actualmente Senadora y sí, igual llegó por la misma vía que lo hizo a la Cámara Baja: Pluri.
Del mismo modo, Pablo Gamboa, hijo de Emilio Gamboa… en el 2018 pidió licencia porque esperaba tener la misma suerte que Sylvana, pero los números no le dieron ¡y nos perdimos de un Senador junior!
Y Javier Herrera Borunda, que a diferencia de los anteriores, él llegó por la vía verde aunque con la misma bendición plurinominal.
En el caso de Herrera Borunda, la decisión paritaria que lo deja fuera del Congreso, es posible que eche abajo un sinfín de proyectos políticos encaminados a su futuro político en Veracruz. ¡Vamos! ¡Qué hijo de político que fue Gobernador no quisiera seguir los mismos pasos que su padre! Por supuesto que al llegar a una curul, además del trabajo legislativo a realizar, se vendrían los beneficios que la posición consigo trae, entre ellos dos: reflectores (siempre y cuando sean bien manejados por su equipo de difusión) y recursos económicos.
Si bien hay políticos que gustan de brincar para abajo más que para arriba, hay que tomar en cuenta el colchón donde han de caer, por ejemplo: Fernando Yunes Márquez, quien de senador de la República brincó para abajo por la alcaldía porteña… ¡ojo! ¡No es cualquier alcaldía! Póngalo en el mismo tiempo cuando estaban los otros Yunes como senadores: Que Pepe hubiera dejado la senaduría para ir por la alcaldía de Perote… o Héctor, para ir por la de Soledad de Doblado…
En el caso de Javier, quizás su proyecto era saltar de una curul a un escaño y ya si de ambiciones políticas se trata, pues buscar la candidatura a la gubernatura para el 2024, pero la paridad le parió otro futuro dejándole una lección para él, y quizás otra para una probabilidad que tampoco hay que echar en saco roto:
Para Javier, se le abre la oportunidad para ir labrando un camino si pretende mantener sus aspiraciones políticas. Esa vereda es ir pensando en buscar una curul, sea federal o estatal, pero ahora ya ganada a pulso, con votos, en las urnas, comiendo tierra… hay que ver de qué está hecho…
La otra lección va para Veracruz… si a Javier Herrera lo deja fuera un 250 mujeres y un 250 hombres, qué probabilidad hay de que en Veracruz, en aras de aplicar la misma que en San Lázaro, quieran ver 25 mujeres y 25 hombres sin compañeres, sin No Binarios, sin siglas ni parecidos, nada más 25 Mujeres y 25 Hombres?
Recuerden que se hablaba de 24 mujeres, 1 No Binario (o como gusten llamarlo) y 25 hombres y hubo reclamos porque Iván Chincoya hace 26 Hombres. Bueno, pues si se aplica el mismo criterio que en San Lázaro, donde le quitan un varón al partido que incluyó menos mujeres entre sus candidatos, hay que empezar a hacer números:
En la alianza Veracruz Va, PAN llevó 8 mujeres; PRI, 5; PRD, 3. El Sol Azteca en su pluri, lleva a una mujer.
En Juntos Haremos Historia, Morena llevó a 12 damas; el Verde, dos y una individual; lo mismo que el PT, dos en alianza y una individual.
Luego entonces, si acaso alguien respingara de que deben ir 25 mujeres y 25 hombres, la lógica apunta a que tendrían que quitarle un varón a los que menos mujeres llevaron, es decir: PT o Verde… por lo que pondrían en la tablita a Ramón Díaz y a Marcelo Sánchez… digo, si le toca al PVEM ser sacrificado, ya se tendría que ir Marcelo y Javier Herrera a Catemaco a hacerse una limpia.