He escrito sobre Jesús Reyes Heroles en otras ocasiones, pero hoy quiero recordarlo nuevamente porque es un personaje cuyo perfil se ajusta a lo mejor de la política, de la función pública y de la visión democrática de México y por ese hecho su persona siempre tomará valor, pues su pensamiento no caduca, a pesar de las circunstancias y el tiempo. Veracruzano nacido en el municipio de Tuxpan, Ver., el 3 de abril de 1921 y fallecido el 19 de marzo de 1985. Licenciado en Derecho, con posgrados en las universidades argentinas de Buenos Aires y La Plata. Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) así como excelente político y funcionario público.
Con gran experiencia en los ámbitos académicos, sociales, políticos y gubernamentales, Don Jesús, fue autocalificado como un intelectual de la política y reconstructor de la sociedad, pues en todas sus pensamientos y actos, puso como punto central al ser humano, por ello me permito exponer algunas de sus tesis, ideas y pensamientos:
Su visión humanista
Se definía como un humanista, socio-revolucionario, teniendo su base en: “la idea del hombre, como libertad y como justicia en la sociedad”[1]. “Un humanismo de esta naturaleza requiere de instituciones e instrumentos que lo formen, cultiven e impulsen”. Por eso aspiraba a que las instituciones debían promover la libertad, justicia y la solidaridad.
La libertad, para Reyes Heroles, era resultado del logro de la “justicia social”, puesto que la misma exigía el debilitamiento de la desigualdad y el fortalecimiento de la democracia[2]: “el hombre alude al concepto de libertad, no en singular sino en plural, como un conjunto de libertades fundamentales, agrupadas en espirituales y políticas. Estas libertades serán una realidad, siempre y cuando exista justicia social; en otras palabras, a todo hombre libre corresponde una sociedad justa; y, a la inversa, a toda sociedad justa corresponden hombres libres y solidarios”. (Reyes, 1975: 351)[3]
El compromiso como hombre de Estado y servidor público
Y en esa posición expresaba: “ni más sociedad para que haya menos Estado y vida personal; ni mas Estado para que haya menos sociedad y menos individuo. Individuo, sociedad y Estado tienen ámbitos de acción característicos y no es posible levantar una colectividad armónica, sin respetar el papel que a cada una de estas entidades concierne. Nuestra meta, no es impulsar una sociedad estatizada; es un Estado social y una sociedad integrada por individuos libres en pleno uso de sus derechos”. [4]
“No se puede ser administrador al servicio del Estado o empresario público si no se está comprometido con los fines políticos del Estado, al que se sirve. El administrador, el que tiene bajo a su responsabilidad hombres, recursos financieros y materiales para lograr un objetivo determinado, debe tener compromiso serio con el gobierno y la sociedad a la que sirve. Si no está de acuerdo, debe renunciar”. [5]… “El Estado no es coacción: ni fuerza ni buenos deseos; ni solo derecho ni exclusivamente dominio: es acción integradora para la cooperación social”.
“El compromiso como hombre de partido comprometido con la política”
Entre las frases más importantes que el vertía en sus discursos frente a la militancia dibujaba al buen y mal político: “El engaño en la política es tan difícil de ocultar como la verdad” …” Todos los demagogos invocan la Constitución paro tienen como signo el sable y el despotismo”. “Flotar no es gobernar” …” Tan importante es la meta, el destino, como la ruta, el camino” …” Problema que se soslaya, estalla” … “Que triunfe la fuerza de la política, no la política de la fuerza”.
Como reformador de la vida democrática del país
Como titular de la Secretaria de Gobernación, impulsó en 1977, la gran reforma electoral de fines de siglo, que impactó al sistema de partidos y a la democracia nacional: “se abrirá la política a minorías” … “más vale que tengamos a los opositores en las cámaras que en las calles; en los debates públicos, que en las cárceles. Recordemos que, lo que resiste apoya”. “Habrá de reformarse la Ley y ensanchar al complicado mosaico ideológico y las posibilidades de representación política en el Poder Legislativo” … “Las minorías deberán renunciar a métodos violentos e ilegales y las mayorías, se comprometerán a “no constreñir” a los partidos de oposición, que serán reconocidos”.
Su compromiso con la Ley
Como jurista, defendió el concepto de legalidad en la vida de los hombres: “el respeto y convivencia pacífica en la Ley, son bases para el desarrollo, las libertades y posibilidades de progreso social. En cambio, la intolerancia absoluta sería el camino seguro para volver al México bronco y violento”. Y agregaba en su momento: “si eso sucediera, lo aprovecharían quienes pretenden un endurecimiento del Gobierno, exponiéndonos al fácil rompimiento del orden estatal y del orden político nacional”.
Reformador del sistema educativo nacional
Como Secretario de Educación, estableció una relación dialéctica entre la educación y la historia nacional: “En México partimos de una concepción histórica de la educación, pues nuestra historia nos da lo fundamental de su contenido, e igualmente partimos de una concepción educativa de la historia, dado que ésta es principio de enseñanza, de medio para educar” (Reyes, 1985a: 60).
Desde su perspectiva la educación seria formativa para la vida: “Debe enseñar al hombre a saber y a querer; a saber, qué es lo que quiere y a querer aquello que sabe que es bueno para sí y sus semejantes”. (Ibíd.: 353). “La enseñanza es una de las tareas espirituales más importantes para el hombre”. “Una buena educación conduce a la autoeducación” (Ibíd. 406 y 408).
Por ello había que orientarla: “hacia el disfrute de la libertad, la construcción de la democracia y el logro de una sociedad más solidaria e igualitaria” “no basta saber leer o poder leer; resulta indispensable querer leer, tener la voluntad de leer” (Reyes, 1985a: 154). [6] Luego entonces, los maestros debían estar: “Profesionalmente dedicados a influir en el modo de pensar, sentir y comportarse de jóvenes y niños, los maestros desempeñan el principal papel en la acentuación de nuestros valores, costumbres, ideas e ideales. Los maestros, por tanto, son los responsables de formar en la consciencia y conducta de los educandos, el ser de los mexicanos, así como, cultivar en ellos la identidad nacional.”
Su concepción de la cultura
Jesús Reyes Heroles ubica a la cultura en el respeto a nuestra esencia e identidad nacional: “La identidad cultural, es un factor de cambio y renovación social”.[7] “basado en una cultura que lo mismo facilita la investigación científica y cultural, que se fortalece de las culturas populares y las preserva para el futuro” (Reyes, 1999h: 542)
Su mensaje a las nuevas generaciones
“Juventud y vejez no son categorías biológicas. Sólo un principiante puede pensar que la reforma política se realiza con el puro ascenso de los jóvenes. Sólo un novato puede pensar en los cambios bruscos de generaciones. ¿Puede haber cambios súbitos de generaciones? La historia lo niega. Ni en los periodos violentos tal fenómeno se presenta con claridad. Los biológicamente jóvenes que han ascendido y que seguirán ascendiendo a la responsabilidad política, tienen sus años de formación y sus años de gestión, sobre la base de que unos y otros son inseparables. Cuando un hombre está en la gestión, se está formando, está aprendiendo”
Don Jesús, no concibió nunca la juventud en la edad, por ello a los jóvenes les dedicó las siguientes palabras: “Se es joven, si se está lejos de la docilidad y el servilismo, si se cree en la solidaridad y en la fraternidad. Se es joven, cuando nunca se admite la vida acabada, cumplida; cuando nunca se cree estar ante algo perfecto; cuando se quiere transformar y no conservar; cuando se tiene la voluntad de hacer y no de poseer; cuando se ve siempre hacia adelante; cuando la rebeldía frente a lo indeseable no ha terminado; cuando se mantiene el anhelo por el futuro y se cree todo lo posible. Cuando todo eso se posee, se pueden tener mil años y ser joven”
Pero son sin duda las frases y dichos de Reyes Heroles, la demostración clara de su sencillez en la expresión y de su inteligencia mordaz y realista y sólo comento algunos:
“Lo que resiste, apoya”, describe que todo lo que abone a un hecho en fuerza, permite afianzar y dar seguridad a sus elementos (positiva o negativamente).
“En política el fondo es forma”, el “fondo” en un partido lo constituyen: sus principios, las buenas normas escritas (y no escritas), programas, códigos, valores, plataforma, etc., y obliga a su cumplimiento; y la “forma” incluye, lo que viste a la institución, lo que abona a la buena imagen de la militancia y del propio partido: a) hacia al exterior, enviando los mensajes de madurez, honestidad y eficiencia. sabiéndolos comunicar y difundir b) al interior: ofreciendo el mayor respeto y trato armónico a todos los que le constituyen. De no tener ese equilibrio “fondo y forma”, pone en riesgos la finalidad, como partido y como gobierno.
“En el ejercicio de la política hay que aprender a lavarse las manos con agua sucia”, porque en su operación, la política, obliga a entrar en los terrenos a veces complejos donde están “buenos y malos”, y en ocasiones hay que convivir con ellos y atenderlos, aunque no estés de acuerdo o no te simpaticen, pero son oportunidades para descubrir los riesgos y saber eliminar lo malo a tiempo.
«Puerta abierta para que se vayan los oportunistas, mal que sufre cualquier partido”, que establece el deber de ser congruente en el partido, reconociendo a los que son leales y, poniendo límites o mandando al exilio, a los que traicionan o sólo se mantienen en él, cuando reciben o tienen el “balón en la mano”.
“Sin emplear la cabeza muchas cosas se pueden hacer, pero no política”. Frase valiosa, porque un político que “emplea la cabeza” (antes que la emoción o las vísceras), es un político consolidado, con sensibilidad, valores e inteligencia y jamás podrá ser manipulado ni influenciado por inercias perversas u obligado a realizar algo contrario a los principios y obligaciones a lo que la ley y su cargo le obliga.
En suma, Reyes Heroles nos dejó -a quienes participamos en política y coincidimos con lo mejor de ésta-, un legado importantísimo de ideas y pensamientos, que valen la pena recordarlos no solo cada año con motivo de la fecha de su fallecimiento, sino todos los días. Si hoy viviera seguramente nos convocaría a la unidad, a respetarnos en las diferencias, a actuar con madurez, a desterrar odios y venganzas, a generar nuevas tolerancias, a avanzar hacia nuevos horizontes políticos y estadios de desarrollo en todos los órdenes de la vida nacional.
Por eso hoy a 36 años del fallecimiento de Don Jesús Reyes Heroles, caminar en esa ruta que nos propuso, es el mejor homenaje que podemos rendir a uno de los más sólidos arquitectos de la reconciliación democrática nacional.
Gracias y hasta la próxima.
[1] Gobierno del Estado de México, (1995) Homenaje a Jesús Reyes Heroles. Antología. México.
[2] Reyes Heroles, J., (1975). Discursos políticos. “Avancemos con la sonda en la mano”, febrero1972- febrero 1975. Comisión Nacional Editorial del CEN del PRI. México.
[3] Ibid
[4] Jesús Reyes Heroles, el político, el intelectual, el administrador público,
[5] Caso, A., (1988) 4 ensayos de política, administración y empresa pública, INAP, México.
[6] Reyes Heroles, J., (1985a y b). Educar para construir una sociedad mejor. SEP/CONAFE. México.
[7] Alberto Saladino García (compilador), Humanismo mexicano del siglo XX, Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México, 2004, Tomo I, págs. 420-440.