La corrupción un delito impune que se agudiza severamente, e inhibe la capacidad de las instituciones para desempeñar sus tareas legales, es difícil explicarnos por qué resulta tan complicado acabar con la corrupción a pesar de que vivimos las consecuencias día con día, es un fenómeno con un largo historial delictivo, es una bandera política para candidatos de campaña y es una promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de eliminar esta violación, aunque pareciera que el sigue usando esas viejas practicas con todo su gabinete.
Es indiscutible que la impunidad prospera gracias a la corrupción y ésta termina desarticulando todo esfuerzo del Estado en el combate a cualquier delito. La administración actual acento en su Plan Nacional de Desarrollo la supresión de las prácticas corruptas, que es el propósito más relevante del gobierno, pero en realidad se percibe otra cosa ya que el ejecutivo administra todo a su gusto y no para atender las necesidades de la población o para garantizar los derechos de los ciudadanos y para incidir en forma positiva en el desarrollo del país.
El abuso de poder para obtener beneficios privados también es corrupción ya que la mayoría de los organismos que integran el gobierno actual han sido manipulados, de igual forma se esta haciendo en los Estados de la República donde gobiernan los morenistas con la recesión económica de recursos públicos y la devolución de este al gobierno federal.
La actual administración en su PND menciona que la corrupción es la forma más extrema de la privatización, es decir, la transferencia de bienes y recursos públicos a particulares dice que las prácticas corruptas, agudizadas en el periodo neoliberal, dañaron severamente la capacidad de las instituciones para desempeñar sus tareas legales, para atender las necesidades de la población, pero pareciera que siguen las mismas prácticas.
Para entender un poco la corrupción analicemos su anatomía ya que cualquier problema primero es necesario definirlo e identificarlo, comencemos por ver las partes que la integran que son; las causas, la percepción, la corrupción, la impunidad, la frecuencia, la extensión, los costos y la solución. Esto es especialmente complejo en el caso de la corrupción ya que engloba numerosas conductas siempre enunciadas, pero casi nunca bien definidas y tipificadas en la ley, porque siendo conductas apartadas de la ley y merecedoras de un castigo, se practican a la sombra o de manera clandestina.
Son muchos los factores que participan y que la ejercen de manera cotidiana o los que la cultivan como forma de vida intentando ocultar sus huellas y desaparecer el acto delictivo que afecta de manera negativa a la población. Los niveles de percepción de la corrupción en México son alarmantes además de obtener una calificación de 35 puntos de 100 posibles y el lugar número 103 de 175 países según Transparencia Internacional, dichos datos reprueban a nuestro país en sus indicadores de control de la corrupción, lo peor es que no se ve una disminución y una solución pronta a este delito.
Erradicar la corrupción pareciera un sueño utópico ya que el abandono de la procuración de justicia, la falta de rectitud de muchos servidores públicos, la falta de preparación a las corporaciones de seguridad pública, el mal uso de la procuración de las instancias judiciales y la impunidad a cualquier clase de infracción y el narcotráfico a gran escala, la fuga de capos de los penales, el robo de gasolinas, el lavado de dinero, el tráfico de armas y varios otros ilícitos no se podrán detener si siguen en contubernio estructurado con funcionarios públicos.
Tal es el caso reciente de un servidor público que fue baleado en Coatzacoalcos, Veracruz, el director del penal de nombre Enrique Álvarez Timoteo al que le sacan a la luz negocios dentro del Cereso Ostión Dupor, donde cobraba por todo, desde el ingreso de trabajadoras del sexo, la venta del pan, las tortillas y hasta por los bolillos que traen del exterior quienes desean vender tortas por su cuenta.
Pero este delito de corruptelas se practica en todos los Ceresos del país y la actual administración no ha creado un programa o un plan para erradicar esta infracción ni las que se cometen en otras dependencias como aduanas fronterizas y otras oficinas de gobierno, fueron muchas las promesas de campaña y son muchas las conferencias mañaneras pero ninguna solución clara.
La situación no es alentadora para México ni cuando se le compara con países miembros de Organismos Internacionales a los que pertenece, ni tampoco cuando se le compara con países de características similares, es tan lamentable que no es posible establecer una relación de causalidad inequívoca entre el PIB per cápita y los niveles de precepción sobre la corrupción, pero ocurre que en la mayoría de los casos que prevalece una correspondencia positiva entre ambos.
Un ejemplo claro que diferencia la efectividad de los países con PIB per cápita más alto tienen en promedio una calificación también más alta del Índice de Percepción de la Corrupción, es decir que son menos corruptos, mientras que los países más pobres son los que tienen un alto nivel de corrupción y en promedio las calificaciones más bajas.
En conclusión, para obtener una mejora en la percepción contra la corrupción debemos participar todos y hacer las cosas bien, además de denunciar a los que cometan dichos delitos y no solo para vernos bien ante el mundo si para heredar a nuestros hijos buenas prácticas y un país en orden y tranquilidad.