Revelaciones.- Por Margarito Escudero Luis: El derecho de los otros

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Margarito Escud.ero, columnista
Margarito Escud.ero, columnista

Durante la campaña de Andrés Manuel López Obrador se despertaron muchas expectativas entre una militancia izquierdosa que supuso la llegada de su momento.

Rebeldes sin un acercamiento real a los preceptos de la izquierda, luchaban del lado del pueblo, buscando y consiguiendo beneficios que durante años fueron negados por todas las administraciones que pasaron por ser autoridad.

Ellos se sumaron a la campaña del tabasqueño y, una vez llegado a la presidencia de la República, lo lógico es que estos luchadores, identificados con AMLO, esperaran el cambio para ellos, posiciones en el gobierno, poder pues.

Pero pareciera que se quedarán esperando, la transición resulta muy lenta para las necesidades de estos liderazgos.

Además aceptaron seguir jugando con las reglas del pasado, a “esperar los tiempos” y confiar en que ahora sí hay democracia.

Entonces llegan los tiempos electorales, cambios en presidencias municipales y los congresos, asoman la cara con la esperanza de ser vistos, invocan sus derechos y recuerdan el apoyo brindado al líder en el poder.

Pero de alguna manera los caminos fueron cerrados para ellos, solamente los cercanos al jefe podrán ser vistos y escuchados, porque  esa vieja práctica de que más vale ser amigo del jefe que tener un impecable currículum, sigue vigente.

Otro elemento que es importante destacar, es los resultados visibles de las administraciones y diputaciones actuales, ante esa percepción, algunos calculan que muchos votos ya no serán para aquel movimiento vigoroso y triunfador, en ese cálculo ponen sus esperanzas y confían en la corta memoria del pueblo y seguirán utilizando las mismas prácticas que dieron resultado durante mucho tiempo; sólo hay que recordar que, la gente salió a votar masivamente a pesar de la práctica tradicional; es decir, hubo un aprendizaje popular: el voto es un arma poderosa, sobre todo cuando se usa en grupo y, si vienes con lo mismo de siempre, significa que sigues siendo como siempre.

La contienda que viene no será como aquellas a que nos acostumbramos domésticamente, las personas no están acostumbradas a ver repetir en el cargo al mismo personaje, a pesar de todo, 80 años de priato enseñaron que la reelección no es el camino e inventaron formas para disfrazarla.

Debemos recordar que son tiempos de cambios, de un cambio verdadero y la no reelección también debe entrar en el ámbito de las transformaciones.

Ahora, la mayoría de los diputados morenistas, que a todas luces se aprecia que no están comprometidos con la Cuarta Transformación, van por los cambios que les conviene, falta ver si la gente los acepta nuevamente como sus representantes, luego de los resultados que están ofreciendo.

También se cuestiona el hecho de que, como antes, son las mismas caras, los mismos personajes que, evidentemente, traen las mismas ideas, las mismas formas de actuar, por lo que no es posible esperar resultados diferentes.

Como se puede ver, hay muchos elementos para tomar en cuenta durante la jornada electoral que se avecina, las necesidades de “los que menos tienen” será la punta de lanza de todos los partidos y todos los candidatos. Y no porque tengan el alma caritativa, sino porque son la mayoría del pueblo que vota.

Y esto apenas empieza.

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