
Lugansk, Ucrania., 28 Sept-22 (Agencia).- Banderas rusas ondean en calles de los territorios ucranianos que Moscú pretende anexionar. Una vez terminada la formalidad de los falsos referéndums, las autoridades impuestas por Moscú aseguraron que el voto por el «sí» fue de entre el 87% y el 99% en Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia. Y los líderes regionales se han dirigido al presidente ruso para que acepte estos territorios en la Federación Rusa.
Moscú ha despejado el camino para declarar oficialmente la anexión. La Duma se reunirá el lunes para analizar las peticiones de los territorios ocupados y el presidente ruso Vladimir Putin será el encargado de firmar la unión.
Sin embargo, el consejero presidencial de Ucrania Mykhailo Podolyak ha prometido que seguirá luchando para liberar los territorios ocupados y, según algunos analistas, eso pone en aprietos al presidente ruso.
El analista político Dimitry Oreshkin asegura que «la mayor amenaza para Putin tras estos referéndums es que si pierde la ciudad de Lyman, en la región de Donetsk, entonces la sociedad rusa más patriótica le culpará de no ser capaz de proteger los territorios ya rusos. Por eso creo que Putin está dudando sobre si vale la pena apresurarse a anunciar estos territorios como parte de la Federación Rusia».
Como ocurrió en 2014 con Crimea, la inmensa mayoría de la comunidad internacional, incluidas India y China, rechaza de plano la legitimidad de los referéndums y defiende la integridad territorial de Ucrania.
Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y muchos países occidentales han declarado que «nunca reconocerán la anexión» y la Unión Europea está considerando imponer nuevas sanciones y limitar el precio del petróleo ruso.