
Washington, EU, 17 Nov-22 (VRed-ElPaís-Miguel Jiménez).- Un voto particular en la sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre el aborto de junio pasado hizo saltar las alarmas. El juez Clarence Thomas, de la mayoría conservadora, no solo apoyaba la supresión del aborto como un derecho constitucional, sino que invitaba a revisar otros precedentes, entre ellos el que legalizó el matrimonio homosexual en todo el país y el que facilitó al acceso a los anticonceptivos.
A raíz de ello, los demócratas propusieron en el Congreso blindar el matrimonio entre personas del mismo sexo y entre personas de diferente raza. La iniciativa ha superado un paso clave este miércoles en el Senado y puede convertirse en ley antes de fin de año, con el apoyo incluso de la iglesia mormona.
Cuando los demócratas presentaron sendas proposiciones de ley en verano, una en la Cámara de Representantes y otra en el Senado, tenían poca confianza en que saliesen adelante. Lo hacían más para obligar a los republicanos a retractarse ante el electorado antes de las elecciones legislativas del pasado 8 de noviembre.
La propuesta de la Cámara de Representantes fue aprobada con el voto a favor de la mayoría demócrata y el de 47 congresistas republicanos, pero donde se esperaban mayores problemas era en el Senado, donde hace falta una mayoría cualificada de 60 senadores para superar el filibusterismo, el bloqueo de las iniciativas.
Senadores republicanos, sin embargo, propusieron posponer el voto con la esperanza de lograr apoyos suficientes después de las elecciones.
Así ha sido, la ley propuesta ha superado el primer paso con el voto a favor de 62 senadores, de ellos 12 republicanos.
El matrimonio homosexual es legal en todo Estados Unidos desde que el Tribunal Supremo, entonces con mayoría progresista, dictó la sentencia Obergefell contra Hodges en 2015 y declaró que todos los Estados tienen obligación de conceder licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo bajo la Decimocuarta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos.
Antes, ya era legal en 37 Estados y la capital, Washington.
Previamente, el Supremo había declarado inconstitucional la ley de defensa del Matrimonio, aprobada en 1996, que solo reconocía la unión entre un hombre y una mujer y negaba los derechos y beneficios federales a los matrimonios del mismo sexo.
El problema es que si el Supremo decidía revertir sus precedentes, esa ley volvería a estar en vigor, recortando los derechos de las parejas del mismo sexo en todo el país.
La nueva iniciativa que se está tramitando, la Ley de Respeto al Matrimonio, deroga aquella norma y reconoce expresamente los derechos federales para los matrimonios homosexuales. Aun así, no es un blindaje completo, porque si el Supremo diese marcha atrás habría Estados donde no estaría legalizado el matrimonio homosexual.
La norma aún debe aprobarse en el Senado en unas semanas y después pasar a la Cámara de Representantes.