La crisis en seguridad pública que actualmente atraviesa México es una afección severa con niveles que dañan la convivencia social, desafortunadamente la actual administración no quiere admitir y corregir su desatino y por su puesto sus orígenes son multifactoriales, uno de los mas graves es la corrupción, el otro es la falta de oportunidades para la población en general, pero el gobierno dio esperanzas de cambio que hasta el momento no ha logrado concretar.
Son varios los aspectos que no han ajustado para mejorar el desempeño institucional y esto se ve claramente en las cifras delictivas que aumentan cada día y estos son insumos para el trabajo cotidiano y el desempeño de las instituciones de seguridad y justicia; estos datos sirven para que los policías pueden utilizar, como el análisis de la incidencia delictiva y así puedan atender las zonas que requieren intervenciones prioritarias, y a su vez con esto diseñar estrategias para optimizar el uso de sus recursos económicos, humanos y materiales.
La seguridad es un conjunto de dependencias que deben coordinarse y actuar en un mismo eje como es el caso de los ministerios públicos, el uso de la información delictiva ayuda a robustecer el proceso de investigación y permite contar con mejores evidencias.
Por otra parte, las demás instituciones como las Fuerzas Armadas, las corporaciones Policiales, las Fiscalías y todos los demás relacionados con la seguridad deben tener las mismas cifras porque es un trabajo en conjunto y cada uno utiliza las cifras para el análisis de criminalidad o seguridad según el caso, pero también para el buen desempeño de cada unidad operativa.
Pero la preponderancia, dominación y monopolio de la Justicia penal, no ha logrado tener una coordinación uniforme, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador creo una sola oficina para recabar la información, esto puede ser peligroso ya que la información empodera, pero puede ser utilizada en contra para favorecer a algunos grupos y darles mas poder, por tal motivo muchos militares de alto rango no estaban de acuerdo con la creación de este organismo.
Luego entonces las personas juzgadas, absueltas y condenadas por la comisión de un delito contribuyen a un análisis sobre el desempeño de los tribunales, de igual forma conocer el nivel de impunidad del sistema de justicia penal ya que ha eclipsado cualquier intento para corregir el rumbo de la seguridad pública en nuestro país y esto porque la corrupción está dentro de las instituciones que administran la justicia y a su vez en las de seguridad pública.
Cabe destacar que el mecanismo de transparencia y rendición de cuentas no han sido muy confiable, ni los mismos organismos han logrado tener acceso a una información honesto, los órganos de fiscalización, las dependencias encargadas de evaluar y las áreas de planeación, teniendo datos precisos pueden analizar con mayor detalle los resultados de los programas y las políticas a implementar, de esta forma el desempeño de los servidores públicos tendrá que ser más precisa y a su vez se debe exigir transparencia en su información.
El siguiente paso debe ser, capacitar adiestrar y preparar en un mismo orden a los cuerpos empleados para la seguridad pública, pero también se deben acoplar las leyes, reglamentos y directivas que serán aplicadas y utilizadas para la seguridad pública y la justicia, todo debe tener una coordinación uniforme ya que uno de los problemas más sensibles de la sociedad es la inseguridad, pero también los abusos policiales los dos aspectos generan una percepción de inseguridad y desconfianza.
Otro de los aspectos que se debe tomar en cuanta es la creación de una agenda de seguridad donde se consideren una diversidad de organizaciones; como la sociedad civil, el sector empresarial y sobre todo las instituciones encargadas de dar seguridad como son las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional, las corporaciones policiales y las Fiscalías, para formular diagnostico por regiones para plantear soluciones y así superar los retos que enfrentan actualmente en políticas de seguridad ciudadana.
Esta iniciativa puede ser posible si las instituciones encargadas de dar seguridad ciudadana se ponen de acuerdo y crean un solo órgano de información delictiva a nivel nacional, según la actual administración dice que ya tiene organizado esta corporación, pero no se ha visto un resultado satisfactorio hasta el momento, el reto es crear alianzas de seguridad entre la sociedad civil y las instituciones que dan seguridad.
Con la una agenda bien organizada se podrá demostrar que sí es posible formar alianzas entre sociedad civil e instituciones de seguridad y gobierno: esto reflejara el compromiso traducido en modelos de gobernanza, los cuales estarán basados en el principio de corresponsabilidad, el objetivo específico como lo ha dicho el presidente será pacificar al país. Además, los ciudadanos tenemos que sumar nuestros conocimientos y talentos para proteger nuestro bien público más
Preciado; la seguridad. A partir de este objetivo se deben construir las estrategias positivas y razonables.
Se debe comprender qué como ciudadanos, todos somos responsables de pacificar el país, ya que la seguridad es un bien público que se debe construir
desde lo local, el gobierno no ha resuelto el problema de una seguridad ciudadana acorde a las necesidades sociales, ya que las capacidades limitadas y la poca eficiencia de los cuerpos de seguridad no son suficientes para hacer frente a la violencia.
Por tanto, la participación de las organizaciones de la sociedad civil, la academia y el sector empresarial en conjunto con las instituciones encardas de dar seguridad son la clave en este proceso para generar espacios más seguros, pacíficos y que generen progreso y estabilidad social.